Como ya en otra entrada he comentado, la abeja es un animal fascinante, que nos ofrece lo mejor de la naturaleza y todo lo que produce lo he utilizado para crear este jabón, hidratante de uso diario, y apto para todo tipo de piel.
A lo largo de la historia, la abeja ha sido un animal considerado sagrado en muchas culturas, símbolo de la divinidad y después de la monarquía, la abeja reina a la que todos los demás le servían, fue vista en el Neolítico como una epifanía de la Diosa misma y representado en el arte, ya desde la Prehistoria:
El sello de un anillo de oro (1450 a.c.) en una tumba
ubicada en Isopata, cerca de Knossos. Se observa la relación entre la Diosa y
sus sacerdotisas con la abeja reina y sus peones, una y otros realizando un
baile. Este anillo fue encontrado en una tumba probablemente porque en Creta la
abeja era considerada la vida que sale de la muerte. En el sello aparece la
Diosa abeja en el centro, descendiendo a la tierra entre las serpientes y los
lirios y siendo adorada por sus sacerdotisas. La miel se utilizaba para
embalsamar a los muertos.
Imágenes de la vida cotidiana, Como la imagen de recolección de miel en la Cueva de la Araña, Bicorp en Valencia (España).
Entre 8000 a.C y 2000 a.C.
O la Pintura rupestre Toghwana Dam, en Zimbabwe, siendo éste el primer documento en donde se recoge esta
práctica de utilizar el humo para calmar a las abejas.
Y que la tradición Cristiana recoge como tal, bien especificado en los escritos de San Bernardo, en su obra Vid Mística, del siglo XII, dice:
las abejas... son imagen de las almas que
saben y pueden elevarse con las alas de la contemplación, que se separan, por
decirlo así, de sus cuerpos, igual que el industrioso insecto abandona su
colmena para volar hasta el jardín de las celestiales voluptuosidades. Allí
encuentran reunidas todas las flores como el más rico de los tesoros, y
saborean sus ricas delicias.Ese jardín es el Paraíso, pues se dice en el Cantar
del Amor: El fruto de tu seno, frecundísima Virgen María, es el paraíso. Del
seno de la Virgen María, en efecto, salió el paraíso, ese jardín de las
delicias, adornado con todas las flores, recojamos y saboreemos su jugo.
Conviene que nosotros, abejas espirituales, busquemos la miel que mana de la
piedra, conforme a las palabras del profeta; porque ese Cristo que es un
paraíso de delicias es también esa piedra misteriosa.
Dentro de Europa, también se han encontrado abejas en las
tumbas bárbaras de las Galias, y principalmente en la tumba del rey franco
Childerico (m. 481)
En el País Vasco y desde muy antiguo, eran parte de la familia y se les
comunicaban los acontecimientos más importantes de la vida familiar, ya que si
no se hacía así las abejas morían o abandonaban la colmena. Siempre ha habido en el País Vasco un respeto especial y
profundo para
con los difuntos, como prueban numerosas viejas tradiciones. Tras la
muerte, el vecino más cercano llamaba a los parientes y él mismo o
alguien de la casa, daba la noticia a los animales, especialmente a las
abejas.
En la cultura Maya no se conoce una diosa abeja, sino un
dios abeja compañero de la diosa luna, influenciado seguramente por su cultura
patriarcal.
En el Surrealismo de Dalí en " El centro de Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar"
La picadura de abeja sugerida en el cuadro
constituye una amenaza real para la durmiente, quien en sueños la transforma en
una picadura simbólica.
En arquitectura, también ha tenido su reflejo, como en "La Casa de las Abejas", en Madrid, calle Doctor Esquerdo, 47
Es un edificio de viviendas construido en 1919 por encargo
del diputado Antonio Garay y bajo la dirección del arquitecto bilbaíno
Secundino de Zuazo. En la parte trasera del edificio está todavía la fábrica de
colmenas de Garay,
Dicen que es un genial ejemplo de arquitectura industrial de principios del siglo XX, aunque ha sido reconvertido en ebanistería y la entrada se hace por la calle Jorge Juan.
Garay fundó una empresa, una Fábrica de Colmenas,
negocio que en aquel momento fue una novedad, logró vender a los apicultores de
toda España, y quizá fuera de ella. Fue un gran éxito.
El taller se ubicó en el patio posterior del edificio, en una construcción de ladrillo, y las oficinas se situaron, junto a la fachada principal, en un pequeño pabellón decorado con una gran colmena y las abejas que acudían a ella, pintadas en la piedra alrededor de una puerta y dos ventanas de forja que daban paso a “La Moderna Apicultura S.A.”.
El Rey Alfonso XIII, visita La Moderna Apicultura
El pabellón de la oficina se convirtió en la tienda
“La Moderna Apicultura”. Desaparecieron las bonitas ventanas, transformadas en
escaparates, la puerta de hierro, y parte de la decoración, aunque aún se
conserva la zona superior, convirtiendo este local en uno de las más
reconocibles y emblemáticos de Madrid. En donde yo también compro miel, polen etc.
Pero no sólo el arte y la religión se han hecho eco del fascinante mundo de las abejas, también la literatura:
En El Capital de Marx: se compara en más de una ocasión el modo de fabricar de las abejas, como ejemplo social laboral "una
abeja avergonzaría, por la construcción de las celdillas de su panal, a más de
un maestro albañil.........".
En 1714 Bernard Mandeville, escribe " La Fábula de las abejas", en donde critica de un modo sutil a la sociedad del momento.
La simpática "Abeja Maya y sus aventuras"
Obra de 1912, escrita por Waldemar Bonsels, narra, con un lenguaje poético y lleno de fantasía, la
historia de la popular abeja, que hizo las delicias de televidentes de todo el
mundo tras la grabación y difusión de la serie realizada por la industria
nipona. La historia nace con la rebelión del enjambre contra la abeja reina, a
través de las aventuras de Maya y de las conversaciones que mantiene con otros
insectos, el autor desmenuza infinidad de actitudes humanas en un lenguaje
sencillo.
La miel y sus mil formas de prepararla como la Hidromiel (conocida como la cerveza vikinga y muy extendida en la antigüedad, desde Asia hasta Europa), ha sido utilizada en más de un rito religioso, derivando en ritos paganos y terminando por constituir un producto fundamental en rituales de magia negra.
Aún así se siguió consumiendo, pues se le otorgaban beneficios para la salud y el espíritu, por ejemplo en el Siglo XVI, los recién casados que desearan tener un hijo varón, deberían beber hidromiel durante todo el mes lunar siguiente a su boda, de ahí hemos heredado la Expresión "Luna de Miel".
La pasión por este pequeño, pero gran insecto, llega hasta la cosmética, el veneno de las abejas, es conocido como el "Botox de la Naturaleza". Se dedican talleres y rutas para conocer in situ como funcionan las abejas.
Las abejas poseen una organización no igualada por
otras especies, con una compleja distribución de tareas, y una sola reina
madre que ejerce el poder mientras es fuerte y vigorosa, todos juntos
progresan, por separado mueren en pocas horas.
La colonia de abejas constituye una súper sociedad, todas trabajan
para todas, todas tienen su trabajo en cada momento, todas se ayudan, todas
forman algo superior que las protege: la colonia o enjambre. Reflejo de este
hecho, es que los apicultores hablan de una colmena sana o enferma o, incluso,
de la muerte de una colonia, aunque en ella
todavía vivan varios cientos de abejas.
Las Colmenas tradicionales, se denominan "Cuezos"
Hechas con troncos de roble huecos, suponían muchas horas de trabajo, pero el resultado en el campo era muy bueno. Hoy en día esta práctica está en desuso, las colmenas, son fabricadas industrialmente.
Mi jabón es un humilde homenaje a este insecto:
Está elaborado con dos fórmulas:
la parte de arriba: "JABÓN DE MIEL Y PROPÓLEOS"
- Aceite de Almendras: 3,94% de las grasas:
Aceite emoliente y suavizante para todo tipo de piel, en especial las sensibles. No obstruye los poros, siendo apropiado también para las pieles grasas. El aceite de almendras, confiere al jabón una espuma consistente y cremosa. Se puede usar como aceite base o en el sobreengrasado.
- Aceite de Coco: 23,62% de las grasas:
- Aceite de Germen de Trigo: 3,94% de las grasas.
la parte de arriba: "JABÓN DE MIEL Y PROPÓLEOS"
- Aceite de Almendras: 3,94% de las grasas:
Aceite emoliente y suavizante para todo tipo de piel, en especial las sensibles. No obstruye los poros, siendo apropiado también para las pieles grasas. El aceite de almendras, confiere al jabón una espuma consistente y cremosa. Se puede usar como aceite base o en el sobreengrasado.
- Aceite de Coco: 23,62% de las grasas:
Utilizado como base para el jabón, estupendo por su poder de limpieza. Posee buena lubricidad y fácil absorción, deja
la piel suave y sin grasa, penetra incluso en capas más profundas fortaleciendo
los tejidos y las capas internas de la piel. Es emoliente y exfoliante, eliminando la capa externa de células muertas.
Es nutritivo y muy hidratante, actúa sobre la piel como una capa protectora
ayudando a retener la humedad. Es un
aceite suave y sedoso, compatible con el sebo cutáneo, no altera la porosidad
del manto cutáneo, protege la piel y es delicado con las pieles sensibles, irritadas
e inflamadas.
Su alto contenido en ácido laúrico hace
que tenga propiedades antivíricas, antihongos y antibactericidas. Evita la formación de radicales libres en la
piel, es regenerativo y antioxidante, posee filtro solar (insuficientes para
pieles muy blancas), protege y prepara la piel antes de la exposición al sol,
disminuyendo la aparición de manchas y pecas por sobreexposición al sol o
propias de la edad.
Se emplea como protector del cabello, es muy buen acondicionador, da muy buenos
resultados en champús, mascarillas y demás cosméticos.
Con un alto índice de Vitamina E, es estupendo como antioxidante y antiarrugas,
Es muy recomendable en pieles grasas, con puntos
negros y cutis con manchas de la edad. Del mismo modo, por sus
propiedades humectantes, nutre y da vigor al cabello.
- Aceite de Jojoba: 3,94% de las grasas.
No es exactamente un aceite, porque carece de
ácidos grasos, es rico en ceramidas vegetales, similares al sebo humano
y se le llama aceite porque tiene esa consistencia líquida. Apropiado para
todas las pieles y atacar todos los frentes: rojeces, exceso de grasa, sequedad,
manchas, irritaciones, cabello graso, cabello quebradizo, seco.....
- Aceite de Nueces: 3,94% de las grasas.
Obtenido del fruto del nogal, es decir de las nueces, rico en ácidos grasos Omega 3, bueno como hidratante y previene los eccemas.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: 31,50% de las grasas.
De gran valor para la piel, es junto con el aceite de coco, un aceite base para el jabón, le confiere una espuma cremosa y abundante. Magnífico poder de hidratación, rico también en vitamina E. Con un alto contenido en ácidos grasos, penetra hasta las capas más profundas de la piel. Se puede hacer un jabón sólo de aceite de oliva, es el conocido Jabón de Castilla, con variaciones en otros países, como el de Marsella en Francia, el Jabón Negro ó Beldi Marroquí o el de Alepo en Siria.
- Aceite de Palma: 27,56% de las grasas.
El Aceite de palma se trata de un aceite de
origen vegetal obtenida de la fruta de la palma Elaeis, este aceite es
considerado como el segundo más ampliamente producido en el mundo, sólo
superado por el aceite de soja. El fruto de la palma es ligeramente rojo y éste
es el color que tiene el aceite embotellado sin refinar. El aceite crudo de
palma es una rica fuente de vitamina A y posee cantidades de vitamina E.
- Cera de Abejas: 1,56% de las grasas.
Proporciona a loas jabones dureza y emoliencia, aunque no penetra completamente en la piel, forma una película protectora, que evita la pérdida de agua. No es apropiada para pieles grasas pues es comedogéncia.
- Propóleos: 2% de las grasas.
Parte lo añadí en tintura y parte en polvo.
- Miel: 1 cucharada sopera de miel, incorporada en el agua de sosa, cuando ésta, está totalmente disuelta.
La miel restaura, limpia, suaviza y nutre el
cutis, le da luminosidad, atenúa las arrugas y asperezas y combate el acné.
Tiene poder antibiótico, antiviral, antiinflamatorio y antialérgico. Limpia la
suciedad de los poros de la piel y ayuda a la reactivación celular.
Sobreengrasado: 10% (parte del aceite de almendras, germen de trigo y jojoba)
Concentración: 28%.
La parte de abajo: "JABÓN DE POLEN Y JALEA REAL"
- Aceite de Coco: 30,43% de las grasas.
- Aceite de Nueces: 26,09% de las grasas.
- Aceite de Oliva VE: 17,39% de las grasas.
- Aceite de Palma: 26,09% de las grasas.
- Esencia de Miel: 1% de las grasas.
- Polen: molido y en la traza: 1 cucharadita.
suaviza y afina la piel.
- Jalea Real: 20gr, muy fría y en la traza.
Es un producto semifluido, de color blancuzco,
de sabor ácido y con un pH aprox de 4. Compuesto de: Agua, nitrógeno, proteína,
cenizas, dextrosa, sacarosa, extractos y ácido fólico. Minerales: manganeso, cloruros, potasio, calcio,
sodio, cromo, azufre, magnesio, hierro, cobre, cobalto, fósforo, silicio,
aluminio, zinc, estroncio. Vitaminas: vitamina B-5, niacina, inositol, vitamina
B-2, vitamina B-6, vitamina B-1, vitamina H, vitaminas A, C, D, E. Además
contiene los 8 aminoácidos esenciales, más los 10 aminoácidos secundarios. Es un reconstructor celular. Retarda el proceso de envejecimiento de la
piel y mejora su hidratación y elasticidad.
Sobreengrasado: 8%
Concentración: 28%
Para mi una lástima que lleve aceite de palma. De no ser así me hubiera encantado probarlo. Entre los jabones que utilizo hay uno de oliva-miel y otro de oliva-miel-propóleo y la sensación es maravillosa. Soy una gran entusiasta de los jabones de aceite de oliva y los productos apícolas.
ResponderEliminarSaludos.